domingo, 13 de marzo de 2011

Hermosa

Sus ojos se abrieron. Su boca hizo algo así como una sonrisa. Solto un suspiro de satisfacción. Mordió su dedo para evitar hacer ruido y se acercó al monitor de nuevo.
Ahi estaba.
Esa palabra, en su foto. La leyó otra vez, era bastante increíble. De todas las palabras que estaba segura que ella conocía, había usada exctamente esa. No era nada más un arranque de euforia adolescente, era más que eso definitivamente. Había dado en el clavo desde hace mucho mucho tiempo.

Le había dado gusto a los demás.

Estaba consciente que ahora se usaba esa palabra sin ton ni son, pero no le dió importanció, creyó lo que ella quería creer. Le habían llamado por esa palabra tan...perfecta. Tan...increíble.

"Tranquila, tranquila" se dijo. Tomo su cabello, con perpetuo frizz y hechó la cabeza hacía atras. Se dejo llevar por la música de Tchaikovsky, por las variaciones, sin hacer caso a las increíbles extensiones de Zakharova.

Gracias a esa cosa llamada "Facebook" había visto una cantidd poco común (en sus fotos) de me gusta. Les gustaba? Les gustaba. Les gustaba ella. No era ese gusto que da al pasar un examen, ni ese cuando tu novio te dice bonita. No. Era personal, era... vanidad.


Por que la vanidad y ella eran enemigas juradas. La vanidad era su némesis, pero ahora le estaba tendiendo la mano. Desde hace no mucho lo había hecho en repetidas ocaciones. Pensaba que nunca volvería a sentir eso desde hace mucho tiempo, algo así como 8 años. Cuando podía llamar a la tortuga como quisera, no no no cuando podía tener a la tortuga que quisiera, tantas como ella gustara. Los dulces se acumulaban como montañas a sus pies, la tv era solamente de ella. La habían llamado así. JUSTAMENTE "HERMOSA" como él. Justo como él decía. La vanidad le promete que va a ser perfecta.


No hay que demostrar malos modales, No hay que ser grosera, ni siquiera con la vanidad.

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