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-¿Tienes idea de lo que sería capaz de dar por un beso tuyo?



-he considerado cambiar de mail, face, celular y dejar todo atrás .
-cómo dices eso? aqui te queremos muchho
-enserio?¿puedes compartir conmigo dónde rayos estabas ayer?

Al decir esto último adelle agitó sus manos mostrando que ya no quería hablar más. Ella vivía en Battle,un pueblo en inglaterra y salía muy seguido a un café de por allí con Chrystal. Eran amigas desde hacía tanto tiempo... que no podían recordarlo.
Su vida aburrida se había visto obligada a cambiar, ya que su familia se mudaría a méxico... entonces se había complicado la cosa. últimamente ya nada marchaba tan bien, con nadie, ni su familia ni sus amigos ni nadie.

Se suponía que el día anterior habría una fiesta para darle una buena despedida a Adelle, pero nadie había ido, la habían dejado esperando 2 hors y media, hasta la tercer hora se dió por vencida y se fue a dormir. Para repararlo Christine había intentado recompensarla pero, por ningún motivo la dejarían subirse al avión con ese pastel. Ahora Christine estaba sintiendose de lo peor, estaba consiente de que le faltaría mucho su amiga.

Despues de muchos abrazos y despedidas emotivas Adelle estaba lista pa irse. Se subió al avión y camino un largo pasillo, se había quedado un poco atrás, porque sus padres querían respetar su intimidad y la de su novio. Mientras seguía su camino fue cuando una ráfaga de viento la tiró al suelo, a Adella y a una aeromosa. La aeromosa ya no volvió a suir al avión, quejandose que estaba asustadísima. Adelle tenía que subir, pero un súbito miedo la invadió de pronto. "Algo va a salir mal, tenemos que seguir viviendo aqui" pensó, aunque no le dijo a nadie.

Al llegar todo fue bien, la tia Miranda los recibio como en las últimas vacaciones, y allí estaba, invariablemente con ella, el primo Luis. Vya que esto sería lgo de lo más dramático.

Al fin estaba instalados en su casa, al lado de la tia Miranda, que otra.

Todos los días se oía al primo Luis practicar con su bajo, y Adelle lo agardecía mucho Ese insutrumento era increíble. A su primer semana de haber llegado habló diario con todos sus seres queridos...